Después de comer con un amigo motero para celebrar el día de partida , empiezo a cargar "la Ternera" (Yamaha Tenere) y salgo en dirección al garaje de mi padre para hacer los primeros ajustes. Una vez equipada la moto me subo por el lado izquierdo y me bajo involuntariamente por el lado derecho en compañía de la moto. La sensación fue desalentadora. Que se te caiga la moto, en parado, momentos antes de iniciar un viaje de más de un mes y de 15.000 km es muy duro.
Después de aprender que debo subirme con menos ímpetu y repasar las leyes de Newton, no me queda otra opción que no darle importancia al suceso. Recomiendo rodar la moto por pistas y carretera con todo el petate del viaje días antes de salir, para hacerse al nuevo comportamiento de la moto. Ya había empezado la aventura y todavía no había hecho ni 1 kilómetro.
Salgo del garaje consciente de que la maniobrabilidad de la moto ha cambiado mucho por el peso extra y el nuevo reglaje de las suspensiones (endurecidas). Mis 90 kg, más 40 de equipaje y 190 de moto son respetables para una tranquila 660cc.
Llego en poco más de 1 hora a Llanes, evitando la autovía. Los 115 km. del primer día sirven para ir corrigiendo detalles en el puesto de conducción. Acostumbrado a ir mucho más ligero tengo la sensación de llevar una 1200cc.
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