Día 24. 21/8 Kuusamo- Kuopio (417)




A las 9:00 estaba en el taller cambiándome las pastillas del freno trasero y tensando un poco la cadena. Al salir, la moto se “apoyó” contra una pared mientras intentaba maniobrar el chaval del taller para sacarla marcha atrás. No tuvo ni un rasguño, es dura y las maletas y soportes touratech, también.

Salgo sobre las 10:00 dirección Kuopio, que está a unos 400 km,  así que me lo tomo con tranquilidad. El día, aunque chispea un poco, no amenaza mucha lluvia. Paro a desayunar en un bar de gasolinera y vuelta al tajo; más renos y más frenazos. Me quedo alucinando al ver en un prado cercano a la carretera a centenares de "personas" quietas. Doy la vuelta, aparco y  paseo entre la multitud estática. No creo que haya nadie al que le deje indiferente pasearse por este prado y no se pare a reflexionar.


"Quiet people" de Hiljainen Kansa



Junto a la carretera.



Tres son de carne y hueso...encuéntralos.



 
Acabo comiendo un bocata que me había hecho el día anterior… ¿O fue anteayer?… no lo sé pero no estaba rancio. Se me acerca un finés preguntándome si soy asturiano en spanglish (llevo pegata de la cruz de Asturias). Me comenta que estuvo en la papelera de Navia por negocios con el tema de la madera y  me pregunta por el itinerario que sigo. Animada charla.


Llego a Kuopio sobre las cuatro dudando si seguir un par de horas más hasta Jÿvaskyla, (que ya la conozco de otro viaje) o quedarme y conocer un poco la ciudad. Al final me duelen las nalgas del asiento de la moto (que no es touring) y cojo una micro-cabina en el camping (4m²) Rauhalahti.

Me pego una ducha reparadora y salgo a ver la city desde el punto más alto, una torre situada en la única colina de la zona y que después de pagar 5 € por el ascensor y 1 por un helado de un típico sabor finlandés (era regaliz!!!) me encuentro con dos  parejas de catalanes que me preguntan que si soy el de la moto. Me dicen que se me olvidó el casco y en GPS en la moto ¿?… la verdad es que llevo 20 días sin sensación que te puedan robar (como no fueran los renos) y a lo bueno te acostumbras rápido. Es  revelador que a medida que entras en zonas "civilizadas"  la probabilidad de te roben aumenta,. Tendré que volver a desconfiar, que pena. La otra opción era quedarme en la taiga.


Kuopio desde su torre.


Empezamos a charlar un buen rato, hacemos fotos para todos. Acabo y voy para  el camping a cenar y conectarme a la web que hace varios días que ando sin dar señales de vida y ya tengo llamadas perdidas.

Ceno una hamburguesa XXL. Para internet no puedo usar mi pc y el que tienen va mal, por lo que los 15 minutos (2€) solo me valen para coger la dirección del hotel que reservo en Lübeck (D) para cuando llegue del ferry el día 24.

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