A las 6:00 ya pegaba un solazo que me despertó, aquí las persianas no existen, todavía no vi ninguna, ni en el hotel. Salí sobre las 9:00 y en menos de 5 minutos ya había pasado la frontera. Empezaba un nuevo país y como me temía (ya había estado en Finlandia anteriormente) la carretera es monótona con grandes rectas entre bosques de pinos y renos cada dos por tres. Al principio te hacen gracia, pero después te sobran porque te salen de cualquier sitio y, como no vayas al tanto y despacio, te los puedes comer. Una buena cantidad de los accidentes de tráfico en estas zonas los provocan los inocentes renos y algún alce.
Paré en alguna playa lacustre. El agua era emplada y yo de protector de mosquitos hasta las orejas. La 1ª gran parada la hago en Inari, a ver el museo de los Sami (lapones de la zona) y que recomiendo. Sigo para Ivalo comiendo en un bar cutre de carretera (mola) y llego de tarde a Sodankyla donde cojo una cabina decente e intento cenar en el pueblo, pero está todo cerrado a las 9 ¿?.
Panel indicativo. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario