INTRODUCCIÓN


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Este blog es el resumen de un viaje realizado en  moto durante el verano del 2009. Me siento en deuda con todos aquellos que subieron en su día  las crónicas de sus viajes y me ayudaron, con sus datos, a poder programar el mío. El propósito es continuar la cadena de favores y aportar algo de información a los que estén barajando un recorrido por estos lugares.

Siempre quise hacer un largo viaje en solitario y en ese momento confluyeron una serie de circunstancias que me dieron la oportunidad de llevarlo a cabo. Tenía la sensación de que esta era la ocasión, así que allá por el mes de abril empecé a ojear mapas y  navegar por la red buscando todo tipo de información (Google Earth, foros, blogs, páginas  turísticas, guías de viajes...) sobre los lugares  que  más me  apetecían. Me lo tomé en serio cuando empecé a volar con el Google Earth por las carreteras de la página www.turistveg.no

Quiero adelantar que no me considero un motero al uso. Ni siquiera un motero. Cuando me decidí a comprar la Yamaha  no tenía  ninguna intención de hacer un viaje pero a medida  que le cogí  el gusto a rodar por pistas y carreteras mi subconsciente empezó a "maquinarlo". No tenía ninguna experiencia en largos viajes, ni ir en solitario y menos en moto,  por lo que era evidente que un viaje  como el que me proponía realizar me podía venir grande. Las crónicas de otros me dieron valor para tirar adelante.

Ahora, mientras cuelgo este blog, la moto ya ha sido vendida  puesto que no la he vuelto a utilizar. Da pena ver una "máquina de viajar" parada en la penumbra del garaje después de tantos kilómetros. Esto me hace pensar que  mi relación con esta moto empezó y acabó con este viaje de una manera inconsciente, sin premeditación. Noruega, la Tenere y yó estábamos citados ese verano.

EL RECORRIDO

Tenía  35 días libres y quería huir del calor veraniego. Las opciones estaban en el norte  y ya que iba solo, solo quería estar,  evitando ciudades y aglomeraciones. Pretendía conocer paisajes en espacios  naturales alejados del mundanal ruido y sin salir de Europa.

Después de barajar otras opciones como Escocia o Islandia, decidí centrarme en Noruega. Hice cálculos para ver lo que quería sin tener que estar todo el día encima de la moto y decidí utilizar 4 ferries de largo recorrido E-UK, UK-DNK, DNK-NO y FIN-D. www.directferries.es Estas conexiones, reservadas previamente desde España, fueron los únicos condicionantes del recorrido, así, si me hubiera apetecido quedarme 5 días en un mismo sitio podría modificar el trazado sin problemas. Las pernoctaciones se hicieron sobre la marcha, llevando  tienda de campaña y hornillo por si fuera necesario (acampada libre en Escandinavia). También decidí que la travesía fuera en el sentido de las agujas del reloj y no al revés, para no llegar muy cansado a Noruega, plato fuerte del viaje.

Aunque lógicamente disfruto mucho pilotando la moto (ya le puede gustar al que se anime) el fin del viaje no era el pilotaje, ni tampoco llegar a ningún lugar concreto, sino conocer lugares con los pies en el suelo.

También quería aprovechar el potencial de la Tenere para aventurarme, en lo posible, por carreteras secundarias y pistas de tierra.

 Los kilómetros de cada etapa son bastante aproximados y a la baja, pero no exactos porque no fui contabilizándolos día a día y el contador final de la moto marcó más (me desviaba y rodeaba en algunos tramos). Por desgracia, un problema de alimentación del GPS me impedía registrar diariamente todo el recorrido.

  
E-UK-DNK-NO-FIN-D-F-E




Intentaré centrarme más en información práctica que en los acontecimientos del viaje. Utilizaré información del “diario de abordo” copiando y pegando, por lo que en ocasiones seré literal y narraré en presente y en otras en pasado, espero que no sea incómoda de leer.

Día 1. 29-7 Oviedo-Llanes (115 km)



Después de comer con un amigo motero para celebrar el día de partida , empiezo a cargar "la Ternera"  (Yamaha Tenere) y salgo en dirección al garaje de mi padre para hacer los primeros ajustes. Una vez equipada la moto me subo por el lado izquierdo y me bajo involuntariamente por el lado derecho en compañía de la moto. La sensación  fue desalentadora. Que se te caiga la moto, en parado, momentos antes de iniciar un viaje de más de un mes y de 15.000 km es muy duro. 

Después de aprender que debo subirme con menos ímpetu y repasar las leyes de Newton, no me queda otra opción que no darle importancia al suceso. Recomiendo rodar la moto por pistas y carretera con todo el petate del viaje días antes de salir, para hacerse al nuevo comportamiento de la moto. Ya había empezado la aventura y todavía no había hecho ni 1 kilómetro.

Salgo del garaje consciente de que la maniobrabilidad de la moto ha cambiado mucho por el peso extra y el nuevo reglaje de las suspensiones (endurecidas). Mis 90 kg, más 40 de equipaje  y 190 de moto son respetables para una tranquila 660cc.

Llego en poco más de 1 hora a Llanes, evitando la autovía. Los 115 km. del primer día sirven para ir corrigiendo detalles en el puesto de conducción. Acostumbrado a ir mucho más ligero tengo la sensación de llevar una 1200cc.

Día 2. 30-7 Llanes-Bilbao (186)



Tras  la corta etapa de ayer hoy me levanté azotado porque dormí un poco más de la cuenta e iba justo de tiempo. Estropeaba medio viaje si perdía el primer ferry. (P&O Ferries)[Actualmente opera otra compañía]


Cargando equipaje.

Saliendo.


Después de un ligero incidente “motos vs coches” en la larga cola previa al check-in de Bilbao  me acomodo en un confortable camarote.[No quedó muy claro si las motos tienen preferencia de paso en la cola de este ferry].   


Pasaje.

Rumbo norte.

Dos horas después veo, a través del ventanuco del camarote,  un delfín acompañando al barco… desapareció antes de que me diese tiempo a coger la cámara. Aunque sea un poco más caro recomendaría camarote exterior que interior. La mar de fondo dificultaba  la caminata por la cubierta, que se despejó de gente en poco tiempo.

Ceno a hora inglesa "comida" inglesa…  mejor llevar comida propia.

Navegador.

Camarote.

Día 3. 31-7. Portsmouth- London (115)



Me despierto sobre la 6:00 y veo, a través del ventanuco del camarote, los destellos de los faros franceses. Seguí durmiendo hasta la 9:00. A medio día una explicación en la cubierta sobre los cetáceos que se pueden ver durante el recorrido.

Charla sobre cetáceos que podrían ser divisados.


Con día despejado y viento fresco llegamos a Portsmouth, también con retraso (P&O Ferries). En total 30 horas desde Bilbao. Salgo prudentemente para acostumbrarme al carril izquierdo. 


Llegando a Portsmouth


Llego, gracias al navegador, al punto de destino en Londres (Richmond Road).

Luly y Sergio, mis anfitriones/amigos, me invitan a cenar unos mejillones en un restaurante Belga abarrotado. Por temperatura y ambiente nocturno parecía Llanes en las fiestas de San Roque.

Día 4. 1-8 London-Harwich (154)



Después de un paseo matinal con los amigos por un parque de Richmond y la ribera del Támesis  salgo rumbo a Harwich desde donde parte el ferry a Esjberg (Dinamarca). Para no pasar los apuros del ferry de Bilbao decido salir con un margen extra de 3 horas.


Richmond Park



Ribera del Tamesis.


 
Amigos.


Sin embargo vuelta al estrés porque debido a la cantidad de obras en todo el trayecto casi agoto el margen de tiempo que tenía para llegar al  embarque y eso que las caravanas de la autopista me las salté con la moto (en coche no hubiera llegado a tiempo de zarpar).

Veinte minutos  bajo el orbayu inglés con el casco enfundado esperando para embarcar. Una vez en el parking del ferry (Seaways) aprendo, sobre la marcha, a fijar con cuerda la moto al barco. Esta vez los empleados solo se limitaron a decirme donde estaban las cinchas de fijación. En el anterior lo había hecho la tripulación del barco.


Saliendo de Harwick



Día 5. 2-8 Ejsberg-Hirtshals (330)




El camarote qué me tocó (DFDS Seaways) es mejor que el de P&oFerries. Dormí de maravilla y desembarcamos puntualmente a las 13:00 en Esjberg (Dinamarca).


Desembarque en Ejsberg (DNK).



Todo el trayecto de Dinamarca estuvo lloviendo sin parar.


Mojadura.



Después de preguntar en un hotel lleno y en una gasolinera, acabo en la habitación de un motel próximo a un faro-museo bunker de la 2ª Guerra Mundial, el cual visité después de una buena ducha. Me acosté pronto, antes cenaría unos espaguetis que una salsa de tomate en tubo fastidió.


La lluvia me desanimo a pasear por alguna localidad danesa.


Día 6. 3-8 Hirtshals-Olbor (280)




Me levanté a las 4:45 para coger un ferry (Color Line) que se suponía salía a las 5:30 y que llegó a las 9:30.

Cuando llega el momento de embarcar resulta que no me habían dado la correspondiente tarjeta  y tuve que dar la vuelta para acabar entrando el último. Una vez dentro me paseo por las salas  del barco buscando un sitio para sentarme. Cuando ya me veía sin sitio veo  una puerta automática que dá acceso a la clase bussines y recuerdo que había apagado un  extra por lo que paso la tarjeta de embarque por  el lector y la puerta se abre (menudo despiste el mio). Un buen sofá con pantalla individual, buffet, vistas al mar del norte ...y silencioso.

Ferry Hirtshals (DNK)-Kristiandsand(NO).

Unos minutos antes de desembarcar estuve en cubierta haciendo las primeras fotos de Noruega. Cuando vuelvo habían cerrado el camarote con mis cosas dentro!! Cojo todo y salgo a por la moto y después de patear todos los garajes (hay unos cuantos) no la encuentro!!! Decido sentarme y esperar pacientemente a que salgan porque con tanto choche, caravana, camión… es imposible encontrarla… finalmente me llaman por megafonía.

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Llegando a Noruega (Kristiandsand).

Acabo saliendo azotado, sin los guantes ni el traje de lluvia puestos y decido parar a los 2 km para ordenar todo el “tinglao”. Durante los primeros 40 km me frustro porque no puedo pasar de 60 km/h y si fuera así todo el trayecto noruego  necesitaría más días para recorrerlo. En Noruega los “60” están por todos lados, no hay prácticamente autovías y las multas (no me cayó ninguna) son las correspondientes al país más caro de Europa, incluso creo que hay que abonarlas en el acto.

 Un dato importante es que ya estaba rodando por Noruega y solo había recorrido 600 km en moto desde que salí de Bilbao. Si hubiera subido por carretera  desde Asturias  llevaría rodados más de 2.500 kmts, a lo que habría que añadir gasto de combustible, peajes, alojamientos, comida y una buena cantidad de horas sobre la moto por autopistas. Sí, es verdad que es un poco más cara la suma de los tres ferries que tuve que coger pero creo que compensa. La pena fue que no conseguí conexiones UK-NO lo cual acortaría aún más la llegada a NO y el coste.

Acaba saliendo el sol. A 30 km de Stavanger: atasco dentro de un túnel costero donde espero más de 1 hora y acabo dando la vuelta para rodear por el interior (pasando por Tondstad). Me sigue una pareja de Italianos cincuenteros en una BMW 1200 LT que me preguntaron si me podían seguir porque no tenían claro por dónde rodear y hacemos juntos los siguientes 60 km.

Empiezo a disfrutar con el paisaje y finalmente me separo de ellos porque quiero evitar la ciudad de Stavanger.  El GPS se me acaba; se suponía que me habían arreglado la conexión y era recargado por la batería de la moto… y nó!!, con lo cual me veo obligado a dosificar las 4 horas de batería del GPS durante cada jornada y por supuesto recargarlo todos los días al llegar al alojamiento. Recomendación, probar TODO el equipo antes de salir.

Empiezo a buscar donde dormir y mientras me oriento por el mapa en el margen de la carretera aparece un noruego de unos 50 años en una bien conservada XT 350  preguntándome si estoy perdido. Aunque no lo estaba aprovecho el ofrecimiento porque llegaría antes y le sigo hasta el camping más cercano, donde acabo invitándole a una cerveza después de agradecerle la ayuda. Me comentó que estaba pensando comprarse la nueva Tenere (como la que yo llevaba). En otro momento le dejaría probarla pero en los inicios del viaje no me la juego.

Chiringuito Noruego.


En el camping no hay cabañas libres por lo cual la única opción sería estrenar la tienda de campaña. Me doy una vuelta por la zona buscando algo mejor y acabo regresando al camping a montar la tienda. Había un hotel próximo pero lo usaría solo en caso de extrema necesidad, en Noruega los hoteles son especialmente caros.


Día 7. 4-8 Olbor-Preikestolen-Olbor (132)




Pasé una mala noche por el frío y la luz. El saco de verano  abriga pero había mucha humedad; por otro lado el color naranja de la tienda no es el más indicado para una latitud donde a primeros de agosto y a las 4 de la mañana ya pega el sol.

Insomne anaranjado.


Decido dedicar la mañana a visitar Preikestolen, no muy convencido poruqe sabía que era muy turístico y no quería aglomeraciones, pero hace un día de sol que asegura las vistas desde la cumbre.

Después de algo más de una  hora a buen ritmo, y por una ruta bien marcada  llego al mirador. Había bastante  gente y no era de extrañar puesto que las vistas son impresionantes.



Preikestolen.

Recuerdo que a las únicas personas que oí quejarse de la dureza de la ascensión fueron a unas voceras españolas que dieron la vuelta a la media hora, y eso que hay  paneles cada poco informando del tramo recorrido y el que queda por recorrer.
 

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604 mts de pared vertical.
 Vértigo.
  



















                     




















 A mediodía decidí regresar al camping para ver si estaba libre una cabaña y pegarme un baño en la playa. Al final me instalo en la primera cabina del viaje y charlo con mis vecinas noruegas las cuales a sus 17 años ya se conocían bastante bien Canarias y Mallorca.


Primera cabaña del viaje.


Me fui a pegar un baño a la playa. El agua estaba bastante fresca para un asturiano (16º), pero lo disfruté. Después de una ducha fui a visitar un bunker alemán del muro atlántico y el puerto del pueblo. De cena me hago unos spaghetti y al catre, que al día siguiente hay que continuar hacia el norte.
 

Playa de Olberg.





Los michelines censuraos.

Día 8. 5-8 Olberg-Tvindefossen (Afdalsvegen) (360)




Abandoné el camping de la playa próximo a Sola con el propósito de llegar cerca del glaciar que quería visitar al día siguiente. Este primer día por las carreteras del interior empiezo a alucinar con el paisaje y también a disfrutar pilotando la moto por carreteras que le van de maravilla (bacheadas unas cuantas). Aunque no soy aficionado a las fotos-postal he tenido que reprimir mis impulsos de parar cada dos por tres. Es alucinante los desniveles que hay en las paredes de los valles y fiordos y eso que en estos últimos el fondo está bastante más abajo.

Area de descanso.


Después de confirmar que la alimentación del GPS  on-bike  no funciona, no me queda más remedio que arreglarme con el mapa y reservar el GPS por si me pierdo (la batería le dura  unas 4 horas).



Uno de los muchos ferries que cojes a diario.


Se me hacía tarde (suelen cerrar las recepciones de los campings a las 20:00 y corro el riesgo de no tener sitio para dormir) por lo que me quedo en uno con una chula cascada y conexión a internet gratis!!! Eso sí la cabina costaba 400 nok, unos 45 €.
 

Camping Tvindefossen


Día 9. 6-8 Tvindefossen-Skjolden (350)




Me levanto sobre las 8:00 con la intención de poder llegar a tiempo para coger el recorrido de 3 horas por el glaciar (cerraban a las 14:00 y me quedaban 200 km hasta el glaciar). Después de pasar por varios túneles de 6, 11 y 24  kmts me quedo con la rabia de no haber parado a hacer una foto a este último en la mitad (12 kmts) ya que había sitio para ello y tenía una iluminación espectacular.  Son esos 2 segundos de duda que dentro de un túnel no te permiten dar la vuelta.

Llego a Sonddal y consigo reservar el recorrido por el glaciar (Nigardsbreen)pero voy justo de tiempo porque hasta allí  hay unos 60 km y me queda una hora. Cojo buena carretera (bacheada en tramos) y llego a tiempo. 


Glaciar de Jostedalen (Nidalgsbrem)


En el grupo que haremos el recorrido hay 3 murcianos muy simpáticos, que se ríen de su falta de equipamiento (uno iba en pantalón corto y con chanclas). Al final el guía les deja todo el material. El descojone cuando este nos pregunta al grupo que si hemos estado alguna vez en un glaciar y el de las chanclas le contesta en alto y con acento murciano que con sus pintas que le parece. El guía y el resto del grupo, alemanes, norteamericanos e italianos no se enteran pero deben de pensar que están chiflaos. La aproximación hasta la lengua del glaciar la realizamos, primero en una pequeña embarcación (dcha foto) y después 800 mts a pié muy cómodos. Una mínima charla para saber caminar con crampones, piolet y encordados y comenzamos el paseo. Vamos los cuatro españoles al final de la cordada ,  yo por delante de los tres murcianos.



Descendiendo a la morrena.
En una de las grietas.


 
El que escribe.
                                                                                                                    

Uno de los murcianos haciendo fotos cada 2 pasos, con el consiguiente riesgo de caerse y arrastrar al resto. En otra ocasión y en medio del laberinto del glaciar el del pantalón corto enciende un cigarrillo para hacerse una foto y le pilla el guía que ya empezaba a torcer  el gesto, con razón. 

Después de tensarse por enésima vez mi cuerda con la del que me sigue me doy la vuelta y lo veo haciéndose un autorretrato con la lengua pegada a la pared del glaciar… en fin, simpáticos pero imprudentes y  por lo tanto peligrosos para toda la cordada.



Vista desde el glaciar.

Acabo a las 18:00 y sigo dirección norte un par de horas. Ceno por primera vez en el restaurante de un camping, será una hamburguesa con patatas y dos tartas caseras que estaban de muerte. Me quedo en el restaurante aprovechando la conexión wifi hasta que me apagan la luz sobre las 23:00.


Camping Skjolden.



Día 10. 7/8. Skjolden-Lom-Videfossen-Geigerard-Trolstingen-Bjolstad Camping. (380)




Amanecí en la mejor estancia hasta ahora y con el mejor descanso posible. Además es un día soleado así que perfecto. Salgo en dirección a Lom por una carretera clásica en Noruega por su forma y paisaje: Sognefjellet

Aprovecho para hacer las primeras pruebas de grabar video desde la moto, bien pegándola con cinta americana a una maleta o bien al casco directamente.





Sobre la maleta dcha.





Vista desde la maleta dcha. Tourist Road 55, Jotunheimen.

Llego a Lom y visito su antigua iglesia....de madera. Después de pagar 45NOK (5 €) por ver el interior no dejan hacer fotos.. De todas maneras merece la pena entrar. Impacta que sus maderas tengan más de 300 años.

Iglesia de Lom.
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Después de la iglesia de Lom asciendo un puerto de montaña  y descendiendo me doy cuenta de que me salté unos pocos kmts el desvío que tenía que cojer. No pasa nada, reculo y comienzo una carretera turística  Gamle Strynefjellsvegen con su correspondiente cascada. Carretera de gravilla, bacheada en tramos y con poco tráfico. 

Después de disfrutar por la pista  me paro a beber un poco en un área de descanso solitaria. Recojo, arranco y tres kilómetros más tarde noto un chasquido en la moto, una sacudida y  veo, por el retrovisor,  el pulpo en mitad de la carretera. Que despiste!!! Se me había olvidado volver a tensarlo con lo cual se enredó con la cadena y esta lo destrozó. 

El problema fue que la moto no la podía pasar de 20 km/h porque hacía un traqueteo con muuuuy mala pinta. Pensé que se podía haber dañado la cadena  pero por más que miré no veía nada. Para abrir la tapa que protege el piñón  me faltaba la única medida de llave allen que no tenía. Empecé a buscar soluciones, pensé parar a algún motero para que detrás de mí en marcha se fijara a ver si veía algo puesto que yo desde la moto sentía un golpe cíclico pero no sabía dónde. Otras opciones, llamar a la asistencia, llegar hasta un taller a 20 km/h… que pena de día, con lo bien que iba…

A la 4ª vez que me pongo a mirar la cadena, ruedas, etc. Consigo ver el problema… Qué alegría!!!....por lo menos ya sabía de  qué me tenía que preocupar. Una sección de un gancho del pulpo quedó incrustada en el ancho de la cadena por lo que cada vez que pasaba por el piñón o la corona  se tensaba un poco la cadena (no se salió y rompió por los pelos). Consigo quitar el objeto con un destornillador y uffff, el viaje continúa.


Primer susto, un trozo del gancho del pulpo incrustado en la cadena.

Poco más tarde, bajando por la enrevesada carretera al Geiragerfjorder me encuentro con un motero alemán por los suelos al trazar la curva. Me paro, le pregunto si se encuentra bien y con cara de susto me da las dankes y me dice que todo OK.


Fiordo Geirager.

10 km más tarde veo a una pareja de alemanes con una paneuropean estacionados en mitad de una recta con los brazos cruzados. Paro a ver qué les pasa y resulta que habían pinchado. Tenía la rueda tan gastada que lo raro es que no hubiera pinchado mucho antes. Le doy uno de mis 2 sprays repara- pinchazos y le salvo de llamar a la grúa. Me dan otra vez las dankes y sigo mi camino. Qué bien se siente uno después de ayudar a alguien.

Desciendo por la famosa carretera de Trollstingen… o mejor dicho motrollstingen porque estaba concurrida por trolls en moto como yó. Geiranger-Trollstingen

Carretera turística de Trollstingen.

Intento estirar al máximo el día para acercarme a la Atlantikroad, que haré al día siguiente. Acabo en un camping muy chulo (como todos) y con una maruja noruega haciendo de recepcionista en su propia casa. Para entrar en internet tuve que ponerme en el porche de su casa y dejarle el pc para que ella misma desbloquease la protección wifi con su contraseña  (qué desconfiada). [Llevé  un  portátil de 10´ con datos del recorrido y utilizaba internet, cuando podía, para buscar el alojamiento del día siguiente. También utilizaba el pc para descargar fotos y video].